Esther Grande de Bentin fue una gran dama limeña, que po
r sus acciones beneficas , entró en el corazón de todos los limeños y especialmente de todos los del Rimac, que han visto muy de cerca la nobleza de una dama que ayudó desinteresadamente a muchas personas y que jamás quiso que estas acciones trascendieran a la opinión pública.
r sus acciones beneficas , entró en el corazón de todos los limeños y especialmente de todos los del Rimac, que han visto muy de cerca la nobleza de una dama que ayudó desinteresadamente a muchas personas y que jamás quiso que estas acciones trascendieran a la opinión pública. Conjuntamente con su esposo Don Ricardo Bentín Mujica fueron los que decidieron crear el Club Sporting Cristal que sería representativo de su empresa cervecera, la Backus.
Doña Esther fue una persona que a los deportistas antes que deportistas los trataba como seres humanos. Un día cuando iba a la Clinica Javier Prado, lugar en que se encontraba internada su señora madre, conversó con el periodista Oswaldo Cuadros Lazo, que ante sus preguntas y refiriéndose a los jugadores de su equipo le dijo: "Mientras yo viva, todos cobrarán bien". No cabe duda que dió su lugar a los deportistas como tales y como seres humanos.
Otro hecho que merece resaltar es la ayuda que le brindó a Moisés Barack Caycho, ex entrenador de muchos equipos nacionales e internacionales y de nuestra Selección Nacional. Moisés Barack sin ser de la familia cervecera, fue apoyado por Doña Esther, cuando él se encontraba en el Hospital Rebagliati y fue desahuciado. En ese momento aparece la dama y ofrece a Moisés un cheque en blanco para que lo use en lo que fuera posible. Este gesto da vida nueva y esperanza a Moisés que en ese momento decide no usar el cheque y que hoy lo tiene entre los recuerdos más grandes guardado en un cuadro en una de las paredes de su casa, que al margen de un recuerdo, es una muestra y monumento de verdadero amor por el prójimo.
Reynaldo Párraga que al contraer un mal raro, supo del apoyo del "Ángel Guardian", de los bajopontinos del Rimac, recibió un auto como obsequio, para que le sirva como herramienta de trabajo y además un donativo para atender las dificultades inmediatas. Faustino Delgado otro beneficiado con un auto y ayuda económica en los momentos más difíciles de su vida. La esposa de Alberto Rivera (Motorcito), a través de Alberto del Solar, también recibió su ayuda. Son miles los casos similares. Siempre estuvo atenta cuando se presentaba un problema y su ayuda no se dejaba esperar.
Seguir enumerando sus actos benéficos, sería estar todo un día escribiendo su historia. Tan solo esto nos da idea y magnitud de Doña Esther y que por ello con orgullo llevamos y defendemos ese nombre deportivamente. Sus acciones y sus pasos no han quedado truncos, por que su Señora Hija, Doña Catita Bentín Grande es seguidora por sentimientos y herencia de esas acciones benéficas a todos cuanto lo necesitamos.
Entonces ya sabes que defender deportivamente a Doña Esther es Defender lo que es un sentimiento, un amor al prójimo.
